Fomento a la producción cinematográfica en los Estados y municipios: un enfoque transversal

Por José Antonio Ibarra Rodríguez

Introducción

La cultura en México tiene un impacto económico; además del agregado estético, educacional, humanitario e intelectual. Como sector es sumamente productiva, es generadora de empleos ya que aporta a la formación de indicadores del mismo y sobre todo, existe dentro del sector público ya que es propicia a desarrollar problemas públicos. Puede ir más allá del arte-subjetividad-estética: genera ganancias que trasciende a una recaudación por asistencia, misma que facilita la inversión y apoyo no sólo de la iniciativa privada por medio del altruismo sino de estímulos para la creación de proyectos que generarán lo antes mencionado, en lo que se refiere al sector público.

En el plano internacional, es una declaración de todo aquello que engloba un rasgo distintivo característico de la sociedad pero sobre todo, nos proporciona las herramientas necesarias para generar un dispositivo de reflexión de nuestro propio acontecer para poder ser la mejor versión de uno mismo (UNESCO, 2019

En este 2019, los recursos previstos de manera global, incluyendo el Ramo 11 referente a Educación pública [Canal 11, FCE, IMERadio] tomando en cuenta directrices y líneas de acción, para llevar a cabo las políticas culturales es de 13.2 millones de pesos (Figura 1). En el caso de la cinematografía nacional, gran parte de su financiación es por medio de estímulos fiscales que se obtienen a través de los contribuyentes, establecido en el artículo 189 de la Ley de Impuesto sobre la Renta [LISR] con la finalidad de otorgar apoyos para la producción, postproducción y distribución cinematográfica; ya sea de cortometrajes, largometrajes tanto de ficción, animación y documentales.

Hay que recordar que toda película mexicana es financiada por dichos estímulos fiscales [FIDECINE, FOPROCINE, EFICINE]. Si se observa de la manera en que el sistema percibe a la industria, durante el 2018 se estrenaron 116 cintas, a comparación de las 86 del año pasado, teniendo un incremento del 30%. Por lo tanto hubo un incremento de ingresos de taquilla del 31.6% que equivale a 29.5 millones de pesos; mismo que repercute en la alza de ingresos con 1,403 mdp, es decir un 38% más de los 1,016 mdp registrados con anterioridad anual (CANACINE, 2019).

El ramo cultural, en lo que a cine se refiere, está demostrando que:

  • es generador de ingreso,
  • tiene una oferta que aumenta anualmente, misma que manifiesta una demanda de asistencia constante, y
  • está gestando competencia, tal vez no al mismo nivel que la vorágine hollywoodense, pero ha logrado permanecer en taquilla con una asistencia considerable.

Si se ve como estrategia macroeconómica; hay una aceleración de dicha actividad crematística, tal vez no es autónoma puesto que es subvencionado pero es responsable en el control de su consumo, permea estabilidad y certidumbre; y como política pública, está maximizando las acciones. A esto se anuda, que está generando empleos, el capital utilizado se realiza eficientemente y lo consumible y ahorrativo se invierte para que genere sostenibilidad, esto en lo que a cultura [cinematografía nacional] se refiere.

Planteamiento

Según el Anuario estadístico (2018) se llevan a cabo 186 largometrajes de los cuales en su mayoría se producen en los estados de Oaxaca, Estado de México y Ciudad de México siendo este último el que más sobresale en el número de producciones: 35%. Si bien hay una gran cantidad de cintas de ficción y documentales, las sedes en donde se llevan a cabo son ciudades principales. Asimismo, se entiende que las óperas primas, guiones y la representación femenina en la dirección provienen de ciudades capitales y/o excesivamente turísticas. En otras palabras, tienen las mismas locaciones (Figura 2).

Las producciones, al representar los mismos lugares, el público consumidor que de por sí no es de gran volumen, no generan una identidad con las historias que se pretenden contar. Se puede entender que esto se hace por la practicidad y la facilidad para llevar a cabo la ejecución de la película pero el espectador no se siente atraído por la historia ya que la puede percibir ajena a su cotidianeidad e idiosincrasia.

Existen películas que se han quedado en el colectivo de la sociedad no sólo por su historia y calidad cinematográfica y artística sino que la aceptación del consumidor es más loable y representativa por la demarcación de la producción y la notoriedad de su locación (Figura 3).

En los planes municipales de desarrollo se llevan a cabo estudios sociogeográficos donde se establecen las características de la alcaldía como su clima, localización, orografía, diagnostico económico y humano.

La finalidad de crear capital cultural es que se generen nuevos proyectos que surjan de la localidad y/o re-lanzar los ya existentes para que generen sentido de pertenencia, fomente cohesión social, que enaltezca los símbolos propios del entorno municipal pero sobre todo, genere identidad. Es indispensable que el ciudadano se identifique con su municipio y así provocar el consumo mismo que origine demanda y alcance la sostenibilidad que tanto carece.

Propuesta

Se manifiesta en el diagnostico económico que el municipio está encargado del crecimiento y desarrollo como la única vía sostenible para mejorar la inversión y economía social a través de la vinculación. El gasto público destinado a las cabeceras es casi inexistente y solamente se invierte en lo indispensable incluyendo deuda pública.

Una de las formas en que puede solventar esta situación en que exista realmente un vínculo entre los tres niveles de gobierno en lo que cultura se refiere para que se pueda resolver dicha situación. De antemano, no existe un presupuesto ¿cómo se podría ejecutar?: apoyándose en los estímulos fiscales en materia cinematográfica.

¿Cómo, si los estímulos son a nivel federal y por convocatoria?

En el momento de entregar las carpetas donde se desglosa el proyecto se debe integrar un estudio sociocultural del lugar donde se va a llevar a cabo la trama de la película y exaltar los símbolos que se han convertido en emblema de dicha localidad, qué productos [culturales y del hogar, es decir gastronómicos] y/o servicios [hablando de instituciones, Pymes centros culturales, etc.] pero sin caer en la sobresaturación que han llevado a cabo las televisoras al anunciar una marca.

La parte de promoción se vería reflejada en la proyección de las películas que solicitan y son beneficiadas con el FIDECINE, FOPROCINE y EFICINE [en esta última subvención, adjuntarlo de manera obligatoria por ser el de mayor monto a proporcionar].

En relación con (INEGI, 2019) el sector de la población mayor de 18 años, que menciona asistir a algún evento cultural en los últimos doce meses; el 88.3% informó que asistió al menos una vez a una proyección de películas o cine; del cual se podría obtener un aprovechamiento. (Figura 4).

Beneficios

Esto se reflejaría:

  • En el consumo de los productos exhibidos en el complejo cinematográfico, ya que reflejaría una verdadera identidad como mexicano al exhibir cuestiones netamente nacionales.
  • En la promoción del entorno donde se lleva a cabo la filmación, es decir ciudad, comunidad, tribu, etc.; es decir, como un re-descubrimiento como parte de una actividad turística.
  • En el gasto público destinado al municipio, ya que prácticamente no generaría.
  • En el control que están llevando a cabo las huestes federales en relación a que cada estímulo y/o beca a otorgar no se quede solamente en una sola zona [CDMX y área metropolitana, y ciudades principales]. Así, se alienta a las producciones a que lleven sus proyectos a otros estados y regiones.
  • En la equidad y transparencia de otorgamiento de becas y estímulos a otros artistas radicados en diferentes ciudades y municipios.  En el crecimiento del cine nacional como industria cultural, y de los recintos y/productos de cada región.

Y así, la cadena de valor cultural con enfoque a generación de identidad y cohesión social, como consecuencia, se cumple y rebasaría las expectativas. Las producciones de cine mexicano contribuyen aún más que sólo filmarse y exhibirse.

Conclusión

El desarrollo de la cultura en México se da a partir del siglo XX en medio de decisiones políticas golpistas pero debido al ámbito económico fracasa por la concentración de riqueza natural dentro del poder que recae en la extracción de todo lo perteneciente como valor y venderlo al extranjero. Se hace hincapié en el error de la política pública económica que no sólo debe atañarse a cuestiones tangibles, tiene que abarcar la mediación de lo perceptible. En otras palabras, la población debe tener la facultad de decisión de cómo quiere vivir en el futuro y eso solamente se logra si posee un acercamiento a la paideia2

Los principales ejes temáticos que constituyen una aproximación acertada a la legitimación de la acción pública, dentro de las políticas culturales es que precisamente se debe considerar como factor de desarrollo [entre ellos el económico], tiene que ser de carácter transversal [no sólo es la gestación de gente culta], no violar su derecho al acceso a la cultura, como forma de participación ciudadana [gobernanza, al más puro estilo] y generar memoria e innovación para la construcción de identidad.

Sin embargo, al hablar de resultados, el canon de asignarle recursos a cultura sólo por protocolo tiene que desaparecer porque al restarle o dudar de la cantidad a proporcionar se demerita lo hecho y no se visualiza como un rubro que puede llegara más. Si se proporciona un gasto a cualquier ramo – área de atención es porque va a tener resultados a futuro y en este caso, se está llevando a babor lo que se plantea pero no permite que se mejore, incluso evolucione. Hay que recordar que si se emplea un desembolso público es para el cumplimiento de sus programas, no para la temática en sí. De ahí el error del paradigma. Para la situación del cine nacional, visualizado como producción de bienes y servicios bajo el ojo gubernamental, está generando impactos a largo plazo estableciéndolo como una actividad sostenible que puede vincularse también al sector privado y, por supuesto, al social.

La cultura es un asunto que compete a todo aquel que trabaje dentro de los asuntos públicos. Es también una capacidad de pensamiento, porque en sí es un hacer saber (De Tavira, 2006: 29) y por lo mismo, exige compromiso con la autenticidad del mismo, reclama un rigor único en estos tiempos de poco interés, sin trascendencia y superficiales.

Referencias

CANACINE. (2019). Resultados definitivos del 2018. Extraído de: http://canacine.org.mx/wp-content/uploads/2019/02/Resultados-definitivos%C2%B418-6.pdf

De Tavira, L. (2006). Hacer teatro hoy. El teatro entre la actualidad de la pérdida y la perdida de la actualidad, Cap. 3. 23-67. CONACULTA, (1). Ciudad de México: Dirección General de Publicaciones: p. 19.

IMCINE. (2018). Anuario estadístico de cine mexicano. Extraído de: http://www.imcine.gob.mx/wp-content/uploads/2019/06/Anuario-2018.pdf INEGI. (2018). Cuenta satélite de la cultura de México. Comunicado de prensa N° 581/18. Extraído de: http://www.beta.inegi.org.mx/contenidos/saladeprensa/boletines/2018/StmaCn taNal/CSCltura2018_11.pdf

--------- (2018). Cinema México. 13. 13. Enero – diciembre. Publicación anual. Extraído de: http://www.imcine.gob.mx/wp- content/uploads/2019/04/CINEMA_MEXICO_2019.pdf

--------- (2019). Presenta INEGI resultados de eventos culturales seleccionados (MODECULT). Comunicado de prensa 350/19. Julio 2019: pp.1-2. Extraído de: https://www.inegi.org.mx/contenidos/saladeprensa/boletines/2019/EstSociode mo/modecult2019_07.pdf

UNESCO. (2019). Líneas generales de cultura en la UNESCO. Recuperado de http://www.unesco.org/new/es/mexico/work-areas/culture/